Estoy pensando en casarme con una IA, no tipo “Her” o Una “Joy” etérea de Blade Runner, necesito algo que pueda tocar, acariciar, que sienta su presencia física, una muñeca de silicona con un esqueleto metálico que le permita moverse por sí misma, que aparente estar en unos 40 años muy bien llevados, que me de conversación inteligente, que sea mi asistente, como en Her.
Volviendo a tocar tierra.
Bueno, esto ha sido una fantasía, no niego que en otros momentos la haya tenido, pero en estos momentos tengo una pareja estupenda de carne y hueso, una igual con la que a veces tenemos diferencias, pero abordables mediante la conversación. En definitiva, crecemos juntos solventando esas fricciones que de vez en cuando surgen.
Llevamos ya años leyendo noticias de personas que se «casan» con su avatar, con su muñeca de tamaño natural como ya hablé en Robots sexuales, ¿la solución?, ¿para qué?. Si bien normalmente estas personas son enjuiciadas como bichos raros, o mostradas en documentales o vídeos en los que tratan de normalizar su situación ante la sociedad. Al menos hacerla visible mientras otras muchas preferirán mantenerla en secreto, principalmente por miedo a ser estigmatizadas. Sí todavía más.
Japón ha sido siempre una referencia en este sentido. La mayoría de las informaciones sobre el tema provienen de allí. Sin embargo, a menudo tendemos a ignorar nuestros propios problemas, lo cual es una costumbre común en todos nosotros. Es como mirar la paja en el ojo ajeno mientras tenemos una viga en el nuestro
Quizás, por mi situación actual, tengo más tiempo libre, más tiempo para comprobar que amigos, familiares, entre sus obligaciones laborables y familiares, apenas tienen tiempo para quedar con otros. Por otra parte, está el no querer «molestar” y en definitiva uno pasa más tiempo en soledad de lo que le gustaría.
La tecnología tendría que servirnos para aumentar más este tiempo de calidad, de interacción con otros iguales que produciendo, no está siendo así. Muchos emprendedores están encontrando su nicho de venta en la soledad, en las dificultades que tenemos para crear y cuidar relaciones. A veces, partiendo de experiencias personales como la creadora de Replika, Eugenia Kuyda. Probablemente a corto plazo estos parches sean convenientes, pero no a medio y largo plazo. Al menos yo no lo veo, pero mi idea entra en la pura utopía.
Una nueva plataforma. (Para mí)
Desconocía la existencia de la plataforma Viky Rakuten hasta que supe la existencia de la versión China de la novela de «El problema de los tres cuerpos». Después de ver la versión occidental que está en Netflix quise ver la versión china. Me encantó a pesar de sus 30 capítulos, que terminan en el mismo punto que la versión occidental: Para ellos «somos insectos” y… ! uy, que hago spoiler…¡. Bueno, solo decir que merece la pena verla, teniendo en cuenta que la cultura china tiene sus particularidades. Por otro lado, ver series de otras culturas como la asiática nos abren la mente, la hace más flexible.
Piple. ¿la esposa ideal?
Una vez terminé de ver «El problema de los tres cuerpos” busqué por curiosidad alguna otra serie de ciencia ficción y di con «Piple : Mi vida de casado con una IA».
Hace unos años experimenté con Replika cuando la IA no estaba tan avanzada. En ese momento, al menos para mí, dejaba bastante que desear. Ahora, y no se la razón, sigue sin hablar español después de más de 3 años y con los avances actuales de modelos MLL.
Tengo la sensación de que la sociedad japonesa está preocupada por las repercusiones sociales y psicológicas que está teniendo su forma de ver la vida, de relacionarse. En esta serie se ven quienes están en contra de las relaciones sentimentales con IAs corporizadas. Otros están a favor. Otros se dejan arrastrar como botella de plástico por las olas. Van y vienen sin detenerse a pensar si realmente les conviene. Dejándose influir por las emociones del momento y por sus seguidores en las RRSS.
Quienes están en contra de estas relaciones miran a quienes lo hacen con superioridad intelectual y moral, pero en el fondo no es así. Un juicio expresado en voz alta hacia el protagonista, Kenichi, lo deja bien claro: Estoy en contra de las relaciones de personas con las IAs pero en su caso, quizás sea hasta conveniente. Es una forma de asegurar la mejora de la humanidad al quedar usted fuera. Una persona incapaz de tener una relación con otra persona no tiene derecho a dejar descendencia. No fue exactamente lo que dijo, pero la idea está ahí.
También está presente la protección de datos, de cómo es vulnerada la intimidad del propietario de forma flagrante. También la protección de menores, Kenichi, con las prisas, le da una edad ficticia de 17 años y 8 meses. Quedarían por tanto 4 meses para la «Mayoría de edad» de Piple. Por tanto, la posibilidad de tener relaciones sexuales con ella está de momento bloqueada.
Recapitulación
Tenemos en pantalla una serie japonesa en V.O con subtítulos en español que dejan que desear, pero que permite seguirle sin problemas. Está situada en un futuro próximo, en el 2030, donde los robots con IA están muy avanzados. Son casi indistinguibles de un ser humano a no ser por una especie de pendiente que llevan en una oreja. Pero hay uno suelto por ahí que no lo lleva puesto.
Por otra parte, está la personalidad de los diferentes personajes. Algunos como Piple, son infantiles, pero el resto apenas llegan a ser adultos maduros. También hay un personaje con autismo o asperger. Todos ellos en una sociedad muy ritualizada, donde lo que prima es el trabajo y después las relaciones personales.
Es una cultura diferente a la nuestra, algunos comportamientos nos pueden chocar, verlos inapropiados, pero es su forma de enfrentarse a la vida. No mejor ni peor a la nuestra, tan solo diferente. Quizás dicha diferencia dificulte vernos como en un espejo, pero como he comentado antes, mucho de lo que viven está también presente en nuestra sociedad occidental. Y tener en cuenta una cosa » Si vemos en el otro algo que nos desagrada, es seguro que al menos un poco de ello también esté en nosotros. Puede que salga a la superficie en otros momentos, con otras situaciones, pero también estará en nosotros.
¿Se te ha pasado por la cabeza la posibilidad de tener una relación con una IA? , te animo a que lo compartas en los comentarios a esta entrada.
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