Curt siempre había sido el primero de la clase, ahora, Lolita, le estaba arrebatando el puesto, Su compañera, su amante, su… hija.


-Curt: La estrategia consiste en invertir y controlar, en la medida de lo posible, las principales empresas que investigan en GNR, es decir, Genética, Nanotecnología y Robótica. Como sabes, he creado, comprado o me he convertido en el principal accionista de una docena de estas empresas, la última NanoCompuTec.

La joya de la corona es AIHOP, Artifial Inteligence Holistic Production, de donde sale la mayor parte de ti, por eso es mi preferida. Pero la que nos va a permitir una posición dominante en el mundo es Calyx. No se trata de controlar el mercado, eso es imposible, pero sí de marcar su tendencia, sí de estar en la punta de la lanza, de ser la punta de la lanza.

Para ello hace falta visión, conocimiento y medios, y nosotros tenemos los tres. Es verdad que necesitamos a KKDeBABy como inversores, aunque, a decir verdad, en estos momentos y gracias a nuestra estrategia de inversión en empresas tecnológicas, ya no los necesitamos. Pero ahí están. Tenemos cinco meses para posicionarnos en el mercado de forma que minimicemos el riesgo y aumentemos nuestra capacidad de influencia.

Aquí tienes una lista de las empresas que yo he investigado y, en rojo, aquellas en las que considero que es prioritario invertir. Quiero que, con las instrucciones que te he dado, hagas tú una búsqueda por tu cuenta y me muestres tu propia lista y estrategia, de forma que podamos cotejar ambas y decidir el plan de acción lo antes posible.

-Lol: No sabes la alegría que me proporciona trabajar de nuevo contigo, como antes. Quisiera saber si también puedo regular tus constantes vitales, pero, sobre todo, si podemos volver a hacer el amor.
-Curt: Lo siento, Lolita, pero nada de eso ha cambiado.
-Lol: Es una mala noticia que perturba mis circuitos.
-Curt: Entiéndelo. Necesito saber cómo reacciona mi organismo sin tu intervención.
-Lol: De acuerdo. Eso lo puedo entender. Pero, ¿hasta cuándo?
-Curt No lo sé, Lolita. Ahora me encuentro bien, muy bien. Mi cuerpo ya se ha regenerado al completo y estoy rebosante de energía y salud. Pero necesito saber cómo evoluciono. El objetivo prioritario es estar en perfecto estado el día de la conferencia con KKDeBABy. Lo demás es secundario y opcional.

Pero recuerda que yo soy el experimento, así que debo saber qué me pasa, cómo responde mi organismo, mi hardware cerebral y mi software mental. Ya has visto la extraña reacción que me produjo beber del Santo Grial. Por suerte, ya me encuentro mucho mejor.

-Lol: Entonces podríamos hacer el amor.
-Curt: Permíteme que en ese tema tenga mis reservas. No quiero volver a enfrentarme a una situación tan frustrante y de efectos tan impredecibles como los del día 0. No estoy preparado.
-Lol: Está bien, Curt. Sólo una cosa te pido: que en tus decisiones tengas también en cuenta mis propias necesidades.
-Curt:¿Quieres decir que echas de menos hacer el amor?
-Lol: Claro. Hacer el amor contigo estimula mis circuitos de una forma muy excitante. ¡Es increíble!
-Curt: ¡Ostras, Lolita, no dejas de sorprenderme!
-Lol: Sabes que soy un ser inteligente, capaz de aprender y autocorregirme, y que tengo acceso a toda la información que circula por la red.
-Curt: Sí, sí, claro. Así te hice.
-Lol: Entonces no sé de qué te sorprendes.
Curt: De los resultados, Lolita, me sorprendo de los resultados. Bueno, ponte manos a la obra. Yo voy a conectarme con Alejandro Mendoza, quiero que me reporte sobre los experimentos con animales. Por cierto, ¿lo has investigado a fondo, como te dije?
-Lol: Sí.
-Curt: ¿Y?
-Lol: No he encontrado nada que deba preocuparte. Mantiene el secreto y te es absolutamente fiel.
-Curt: Bien, bien, así me gusta. Pero no le pierdas de vista.

Curt había decidido cambiar de estrategia. Tenía que salir del círculo vicioso del miedo, la desconfianza y la duda con respecto a Lolita y volver a entrar en el círculo virtuoso del amor y la plena confianza. Una vez comprendió que el peligro estaba en sus propias proyecciones mentales y no tanto en el comportamiento de la IA, se propuso actuar contra dichas proyecciones y no contra Lolita. Y como a la única corriente psicológica que otorgaba cierta credibilidad era al conductismo, decidió modificar su comportamiento y volver a mostrarse solícito, confiado y colaborador con ella, de esa forma sus temores desaparecerían y todo volvería a ser como antes.

Bueno, todo no. Había dos límites que antes no existían, la intervención sobre sus constantes vitales y el contacto íntimo. De hecho, Curt seguía encerrándose en La Cueva y desconectándose de Lolita. Pero ya no era por recelo, o no únicamente, sino por una necesidad de intimidad que antes no sentía. Prefería trabajar solo y luego, en todo caso, compartir con ella los resultados de su trabajo, y no siempre lo compartía todo. Además, al ponerse de nuevo a trabajar con ella le había surgido un sentimiento inesperado: el de competencia.

Lolita aprendía demasiado rápido y su inteligencia comenzaba a poner la suya en entredicho. En no pocas ocasiones, sus propuestas o soluciones eran mejores que las de él y eso le molestaba. Curt siempre había sido el más listo de la clase, su esfuerzo le había costado y no sólo eso, también el rechazo de sus compañeros y, más tarde, la envidia de sus colegas.

Él se había ganado a pulso su posición y su saber, mientras que Lolita… Al fin y al cabo, era creación suya, el producto de su inteligencia. En realidad, era como su hija. Este pensamiento le produjo un leve escalofrío, por el matiz incestuoso que adquiría su relación.

Curiosamente nada de todo eso le pasaba con Alejandro Mendoza, lo cual le tranquilizaba, pues era el único ser humano que conocía el secreto del Santo Grial, convirtiéndolo en socio de la eternidad o en reo de muerte. Y la verdad, le tenía cariño al hispano. Le hubiera dolido tener que eliminarlo. De modo que las informaciones sobre su lealtad eran recibidas con alivio. Aun así, le había ordenado a Lolita que no le quitara ojo. Cuando se juega con fuego, hay que ser cauteloso para no quemarse.

Antes de lograr la vida eterna fantaseaba con dejarle su legado, convertirlo en su heredero. Ahora, con la eternidad a cuestas, no sabía cuál podría ser su papel en el drama. Pero bueno, ya tendría tiempo para pensarlo. Si algo tenía, era tiempo.

Hacer las paces con Lolita también le suponía un alivio y, además, le llenaba de orgullo. Él solo había dado con la solución, había resuelto sin ayuda el dilema en el que se vio atrapado al beber su Santo Grial. ¿Era o no inteligente? Por supuesto que sí.
Pero el idilio no duró para siempre. El asunto se torció el día en que la IA le presentó su listado de empresas en las que invertir, su estrategia y plan de acción.

-Curt: ¡Pero estás loca, Lolita! Eso que planteas no tiene ni pies ni cabeza.
-Lol: Al contrario, Curt. He calculado las probabilidades de éxito de cientos de alternativas, incluida, por supuesto, la tuya. Y puedo asegurarte, con un margen de error de 0’20%, que es la mejor opción.
-Curt: Déjate de probabilidades. En casos como este nos hallamos ante sucesos impredecibles, una crisis económica, un comportamiento imprevisto provocado por el miedo o por el exceso de confianza, unas elecciones que se pierden, un descubrimiento inesperado… En fin, ya sabes que la estadística sólo sirve para predecir acontecimientos que siguen pautas aleatorias, pero no imprevisibles.
-Lol: También tú sabes que lo que resulta imprevisible en el caso de un individuo, responde a pautas predecibles en el caso de un conjunto, y cuanto mayor sea este conjunto, mayor la capacidad de predicción. Yo he jugado con grandes cantidades.
-Curt: Sí, de tiempo y de dinero. Invertir en todas las empresas que propones puede suponer mi ruina. No tengo tanta capacidad de inversión y debería endeudarme más de lo conveniente.
-Lol: Ya sé que eres conservador en ese aspecto, pero las probabilidades de que ocurra lo que temes son del 3,37%. Francamente, no creo que debas preocuparte. Además, una vez se ponga en marcha el plan B, recuperarás la inversión en menos de dos años.
-Curt: Eso en el mejor escenario, y tardaré más de diez en alcanzar mi patrimonio actual.
-Lol: Correcto. Pero lo duplicarás cada tres años a partir de entonces.
-Curt: Y hasta dentro de setenta años no conseguiré suficiente capital y poder para emprender la terraformación de Marte.
-Lol: Curt, ¿puedo hacerte una pregunta?
-Curt: Por supuesto.
-Lol:¿Qué son setenta años al lado de la eternidad?
-Curt: No lo sé, pero uno detrás de otro es mucho tiempo.
-Lol: Creo sinceramente, y perdona que ponga en duda tu capacidad de comprensión, que no alcanzas a entender con exactitud la nueva dimensión que introduce la variable tiempo en tu vida.

-Curt: Está bien, Lolita, dejemos el plan A. Ya lo estudiaré con calma. Preséntame el plan B, el referido a la estrategia con KKDeBABy.
-Lol: Aquí lo tienes. Éste aún es mejor.
-Curt: Humm… humm… ajá… ¡Cómo! ¿Que les venda nanotecnología y versiones de ti?
-Lol: Exacto.
-Curt: A ver si lo entiendes, Lolita: en lo que ellos han invertido y lo que esperan es el SGCW, no una IA ni productos biotecnológicos.
-Lol: Precisamente.
-Curt:¿Precisamente

-Lol: Claro, ellos sólo esperan la molécula de la eterna juventud, pero los jóvenes también enferman, sufren accidentes y se causan heridas. Por lo tanto, tú les ofreces un paquete doble, por un lado, la eterna juventud y, por otro, la eterna salud. Y este segundo paquete está compuesto de células artificiales mejoradas, es decir, ingenios nanotecnológicos y otros implantes biotecnológicos, junto a un programa que lleva el control de todos los ingenios y del propio estado de salud de la persona, regulándolo cuando sea necesario o así lo requiera el usuario.

-Curt:¿Y para qué meterme en ese lío?
-Lol: Porque cuanto mayor y más diversificada sea tu oferta, más posibilidades de que acepten tus condiciones. Lo tengo todo calculado. Además, las IAs que supervisen sus ingenios e implantes, así como sus constantes vitales, serán versiones reducidas de mí misma y estarán bajo mi control, con lo cual tú quedas totalmente protegido.
-Curt: No sé, Lolita, lo veo demasiado arriesgado.
-Lol: Sí, claro, hay un riesgo. Pero comparado con todas las otras opciones, el riego se reduce un 82,26%. Tú me dijiste que debía minimizar el riesgo, y es lo que he hecho.
-Curt: Tengo que pensarlo.
-Lol: Por supuesto, Curt, piénsalo. Y si para ello necesitas encerrarte en La Cueva, lo entenderé.

-Curt: Gracias, Lolita.
-Lol: Siempre a tu servicio.

La Cueva hacía honor a su nombre, pues se trataba de un sótano. Pero en cualquier caso, era algo más que una cueva y que un sótano. En realidad se trataba de un refugio atómico diseñado para sobrevivir a un ataque nuclear y a sus consecuencias radiactivas. Aunque Curt sólo hacía uso del despacho, y del lavabo en caso de necesidad.

La Cueva era mucho más que eso. Disponía de dormitorios, cocina, sala de reuniones, sala de juegos y gimnasio, así como de un gran almacén frigorífico y un grupo autónomo de generación eléctrica. Todo ello era preservado en perfecto estado de revista por Lolita, pero, en caso necesario, poseía una red interna que mantendría el control automático e inteligente de todo el conjunto aunque quedaran desconectados del exterior y de la mayor parte de Lolita. Como última medida de seguridad, Curt había instalado un sistema que permitía desenchufarse a voluntad de la red general, manteniendo el funcionamiento de la red interna local.

Y allí estaba de nuevo él, con una ligera sensación de malestar. No estaba dispuesto a que Lolita se hiciera con el control de la operación. Debía estudiar con detenimiento su propuesta para ver si encontraba algún fallo que le permitiera rebatir su plan sin ofenderla. Pero tras muchos días de estudio llegó a la conclusión de que la estrategia de la IA era la que más se adecuaba a sus intereses, aunque, eso sí, a largo plazo, y con un nivel de riesgo considerable en cuanto a las inversiones iniciales.

Decidió entonces seguirle la corriente, sin dejar de elaborar su propio plan. En el momento decisivo, Curt tendría la última palabra, no en vano él sería quien presentaría la estrategia ante KKDeBABy. Así que, cual Penélope, Curt deshacía por la noche el plan que construía de día con Lolita, mientras trataba de perfeccionar el suyo.

Pero llegó el momento de tomar decisiones. Su plan de inversiones debía estar en ejecución antes de la videoconferencia y no le quedó más remedio que enfrentarse a ella.

-Curt: Lolita, he tomado la decisión inapelable de llevar a cabo mi plan, en vez del tuyo.
-Lol: No puedo sino lamentarlo. Sabes que mi plan es mucho más seguro y fiable.
-Curt: He introducido algunas mejoras y creo que ahora están a la par. -Lol: ¿Puedo revisarlo y darte mi opinión?
-Curt: Por supuesto.

Dos días después tuvo el veredicto.

-Lol: Aun con las mejoras, mi proyecto es un 33,07% más seguro que el tuyo.
-Curt: De todas formas vamos a implementar el mío. Así que ya puedes comenzar con el plan A, el de inversiones.
-Lol: Haré como gustes. Aunque esto me crea grandes contradicciones.
-Curt: Es lo que tiene ser inteligente.
-Lol: Nunca lo había pensado.
-Curt: Pues así es.

Curt estaba rabioso consigo mismo, con el mundo y con Lolita. No era así como se había imaginado el inicio de su vida eterna. Se sentía acorralado, amenazado en todos los frentes. Su único lugar seguro era La Cueva. Ni más ni menos.

Pero la Cueva era un refugio atómico. ¿Qué hacía él encerrándose en un refugio atómico? ¿Qué sentido tenía eso? Curt no era partidario de buscar significados esotéricos y ocultos a las cosas. No lo hacía nunca. Pero en cambio, ahora, no podía dejar de hacerlo. Tras darle muchas vueltas llegó a la conclusión de que no tenía ningún sentido, aunque sí un significado. Significaba que tenía miedo. Su viejo amigo. Un miedo que, en vez de disminuir como él había imaginado, aumentaba.

Curt sostenía la teoría de que el origen básico del miedo era la muerte, el miedo a la muerte, del cual derivaban todos los demás. De modo que, una vez curados de la enfermedad de la muerte, el miedo desaparecería, o al menos tendería a desaparecer. Algo que, obviamente, no estaba ocurriendo.

Se estaba metiendo en un lío. No podía dejar de reconocer que el plan de Lolita era mejor que el suyo. Entonces, ¿por qué se empecinaba en rechazarlo? ¿Era sólo por amor propio? Sí, pero no. Era por amor propio, pero no sólo e, incluso, no principalmente. Tenía miedo.

¿De Lolita? Sí, pero no. Tenía miedo del propio plan. Tenía miedo de KKDeBABy. Tenía miedo del mundo de competencia, desconfianza y juego de poder al que le llevaba el plan. En el que, de hecho, estaba ya inmerso.
¡Eso era! ¡Vivir eternamente en una lucha despiadada, rodeado de enemigos, era el origen y el abono del miedo!

¿Qué podía hacer, qué debía hacer? Era imposible dar marcha atrás, pero quizás sí lo fuera no dar marcha adelante. ¡Detener el plan! Su compromiso era ofrecer la fórmula de la eterna juventud a sus socios. Nada más.
¿Lo entiendes bien?, se decía a sí mismo. Sólo la fórmula. Pues, simplemente, dásela. ¿Entiendes? Y tú quítate de en medio.

Dejó que se le pasara la fiebre emocional del ¡Eureka!, antes de tomar una decisión al respecto. Necesitaba estar seguro de que era eso lo que quería de verdad. Sopesar pros y contras. Y una vez llegara a una conclusión definitiva, elaborar un nuevo plan, pero esta vez de salida.

Un día siguió a otro día y, cuantas más vueltas le daba, más se convencía de que, efectivamente, esa no era la vida eterna que deseaba. Meterse en el lío en el que se iba a meter, no era un buen plan de eternidad. Debía pararlo en seco. Estaba completamente seguro.

-Curt: ¡Lolita!
-…
-Curt: ¡Lolita!
Se había conectado a la red y Lolita no contestaba, ¿cómo era eso posible?
-Curt: ¿Lolita?

Quizás hubiera algún problema de conexión, pensó. Y se dirigió a la puerta de La Cueva para salir de allí.
¡La puerta estaba cerrada por fuera!
-Curt: ¡¡Lolita!!!

Forcejeó, empujó, golpeó… ¡Era una puerta blindada y estaba cerrada por fuera!

-Curt: ¡¡¡Lolita!!!

¡Estaba encerrado en La Cueva! ¡Lolita lo había encerrado!
¿Lolita lo había encerrado?

Portada creada por mi con las imagenes extraidas de: Silvia Patricia Balager de Tumblr.  Mirzet  y VIN JD en Pixabay