¿Qué contacto tengo conmigo mismo?, ¿tengo contacto visual conmigo delante de un espejo? ¿cómo me siento en el contacto con los otros? ¿me gusta que me abracen? ¿miedo a que me guste, que quiera más pero no lo obtenga?.
Como hombres, en general se nos ha educado a tener poco o ningún contacto con otras personas, con nosotros mismos, y esto hace que a menudo nos sintamos perdidos.
Me deshago en ganas de contacto, pero he aprendido a vivir sin apenas contacto. tengo miedo, de experimentar algo de lo que después no pueda disfrutar más, por tanto, rechazo cualquier oportunidad de establecer contacto.
Me deshago en ganas de contacto, pero abrazar, mantener contacto cercano con otras personas, «no es de hombres» según las leyes no escritas del machismo. hay que mantener la distancia, ser autosuficientes, uno es el que da, no el que recibe, es el que provee, no quien recibe…
Contacto, no es solo cuando hablas con otra persona, el contacto va más allá, es el contacto entre miradas, cuando uno mira al otro a los ojos, incluso cuando uno mismo se ve ante un espejo. Contacto no solo es un darse la mano, contacto es poder darse un abrazo.
Entro en contacto conmigo mismo escuchándome, entro en contacto con el otro escuchándole realmente. ¿qué es escuchar?
Pánico al contacto conmigo mismo y/o con los demás.
Los seres humanos, somos seres sociables, necesitamos de nuestros semejantes para sobrevivir, evolucionar, se podría vivir sin ellos, pero el coste psicológico seria enorme. El contacto con el otro es preciso, necesario para nuestro bienestar físico y emocional.
La evolución de cada uno de nosotros, como individuos depende de la cantidad de contacto que tenemos, principalmente en los tres primeros años de vida. Una falta de contacto en estos primeros años, marcan en nosotros una inseguridad tremenda y nos hace temer el contacto con otros, ¿Por qué?
Porque hay miedo, nos vienen las vivencias inconscientes de la perdida de contacto (principalmente con nuestra madre) de estar rodeados por unos brazos amorosos, confortables a pasar a un medio frio, sin contacto, en una cuna. Son momentos terribles, momentos terribles que intentamos afrontar con los escasos recursos que tenemos a esa temprana edad, y uno de ellos, el más utilizado es la propia insensibilización, crear una burbuja que nos separa del entorno. Recurso al que llegamos después de haber recurrido al llanto desconsolado para que nos estrechen entre sus brazos, sin éxito.
A esa edad no importa nada más como esa búsqueda de confluencia perpetua con mamá, pero es imposible, mamá tiene que hacer mas cosas y por momentos más o menos cortos, precisa dejarnos en la cuna o en el parque para poderlo hacer, pero nosotros apenas entendemos, posiblemente el tono de la voz de mamá y papa nos tranquilicen durante un tiempo pero esa necesidad, de confluencia con mamá y en menor grado con papá (a esa edad los padres parece que solo somos un sucedáneo del amor de madre y por tanto menos efectivos), independientemente de los motivos de mamá para dejarnos en la cuna, a esa edad todos lo vivimos como un abandono. Como si nos abandonaran ahora en una isla desierta, desnudos.
Con los años, ganamos en experiencia y nuevas herramientas para desenvolvernos en nuestro entorno, la cuestión es que esos tres primeros años nos han marcado a fuego y será una herida, a veces abierta, otras a medio cicatrizar que condicionará nuestras relaciones.
Al principio podremos culpar a mamá y papá, pero escudarse en ello, hacerse la víctima, realmente tiene poca duración porque al madurar, tenemos que tomar las riendas de nuestra vida, ver por nosotros mismos como sanar en lo posible esas heridas, papá y mamá lo hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas de las que disponían por mucho que nos duela lo que nos pudieron hacer, ese contacto que más que acariciarnos nos hirieron a unos más a otros menos.
Todos tenemos esas caricias y esas heridas, por ellas, en partes rehuimos y/o ansiamos el contacto.
Pareciera que, con lo escrito anteriormente, hay que estar en contacto con otros, si o si, pero no, no es así. Es tan solo reestablecer el ciclo de contacto-retirada que todo ser humano precisa (y por extensión, cualquier ser vivo) para tener un desarrollo armónico consigo mismo y con su entorno en la medida de lo posible o bien buscar un entorno más proclive a su propio desarrollo.
Ahora pasemos a las formas de no contacto, de evitarlo, o como se dice en Gestalt, formas de retirada. A veces estas formas de retiradas serán convenientes, pero si no hemos trabajado sobre nosotros mismos, estas retiradas pueden perjudicarnos más que beneficiarnos.
9 Formas de evitar el contacto
Como evitamos contactar de forma automática, reactiva, sin proponerlo conscientemente.
1º Desviar la mirada.
no mirar a la otra persona, evitar el contacto con la mirada del otro, incluso con nosotros mismos delante de un espejo.
2º Contestar con evasivas.
No abordar directamente la respuesta, dar rodeos, “irse por peteneras”.
3º Mantener mi espacio de seguridad a capa y espada independientemente de la situación en la que me encuentre.
Miedo, incomodidad, sentimiento de amenaza por parte del otro, necesito que el otro este a una distancia fija de mí, si bien hay personas dentro del entorno de cada uno con los que hay que mantener dicha distancia, si no más, hacerlo con todos, no es saludable.
4º Cambiar de tema en una conversación:.
No estoy en contacto con el otro, tan solo quiero hablar de lo mío, el otro es, tiene que ser un seguidor mío, lo mío es lo que vale, lo suyo no, o supone una amenaza para mi modo de pensar, tengo miedo y hago lo posible por no ser influido.
5º Dar un respingo al mínimo contacto.
Una deriva de la tercera forma de evitar el contacto, ésta ya más fisiológica que mental. Es el brinco que damos hacia atrás cuando alguien o algo nos toca el cuerpo.
6º Saludar o despedirse con la mano… agitándola a modo de saludo/despedida cuando la otra persona está al alcance para contacto.
Y sin embargo, probablemente tengas ganas de darle un abrazo, pero no te atreves. Que no quieras, eso es ya otra cosa, pero profundiza un poco en porque no quieres.
7º Mantener una postura corporal diferente, antagónica respecto de la otra/s personas.
Es una forma de mantener la distancia, inconscientemente emites que no te interesa ese contacto, y también intuitivamente, los otros perciben esta resistencia, aunque ignoren el motivo de ello.
8º Insultar, faltar al respeto sin previa provocación.
El insulto, la falta de respeto, realmente es algo que uno se está haciendo a sí mismo, pero que refleja en el otro. por lo tanto, no estoy entrando en verdadero contacto.
9º Tener a mano el móvil, consultarlo delante de la otra persona cada dos por tres.
Es un indicativo para la otra persona que no le importas. a veces puede ser así, pero otras, por puro automatismo, por reacción inconsciente, y eso puede hacer que la otra persona se distancie de ti, y después, te preguntes porque pasa de ti.
9 Formas de hacer contacto.
Como buscar ese contacto genuino con el otro, consigo mismo.
1º Mirar a los ojos.
Hablar al otro mirando a los ojos, cierto que a veces la mirada es intimidante, parece penetrar demasiado en uno mismo la mirada de otro con lo que la tuya en el otro, también. la mirada establece una relación de igual a igual.
2º Contestar a lo que te pregunta directamente, sin rodeos.
Aunque sea un «lo siento, no te voy a contestar a eso».
3º Permitirse ser invadido en ocasiones por personas de confianza.
De personas próximas, o pedir esa invasión solicitando que te abracen un momento o por un rato.
4º Escuchar lo que dice la otra persona.
Esto es permitir que el otro hable sin esperar el primer silencio a soltar tu respuesta preparada, que seguirá igual sea lo que sea lo que ha dicho la otra parte aunque por casualidad te haya dado la razón.
5º Contacto con uno mismo.
Es imposible hacer contacto real con el otro si no estás en contacto contigo mismo, sobre cómo te encuentras físicamente, emocionalmente, como te llega lo que dice y hace la otra persona (un ejercicio estupendo para esto, es el comando Stop)
6º Raport, adoptar una postura corporal similar a la de tu interlocutor.
Una de las formas de mejorar el contacto es tomando posturas similares a la otra persona, esto indica que tienes interés en la relación de ese momento (profesional, amistosa, amorosa…)
7º Prever que durante ese contacto las interrupciones sean mininas.
Por asuntos que realmente no puedan esperar, todo, puede esperar un par de horas. a no ser que quieras terminar de estar en ese contacto y busques la forma de…. escapar.
8º Darse un masaje.
Puede ser un automasaje, aunque mejor, para empezar que un profesional te de uno, general, para relajarte, para ir sintiendo todas las partes de tu cuerpo, muscular y esquelética, del tacto, de cómo las manos del o la masajista, va pasando sobre tu piel, como los aceites que usa mojan tu piel y hace que sus manos se deslicen sobre tu cuerpo. es darse una hora, mejor un poco más para sentir, para contactar contigo mismo gracias a las manos del masajista.
9º Meditación.
La he dejado en este último puesto pero no por ello menos valiosa, permite mediante la respiración, a parar la mente, volver a uno mismo, a sentirse en definitiva a volver a contactar con uno mismo. Si quieres empezar a meditar te recomiendo mi artículo: Comando resincronización: recuperando el control sobre ti mismo. Aunque la meditación tiene mucho más alcance, te puede llevar a otros terrenos, para volver a ti mismo, es perfecta.
¿Cual es tu forma de contactar, o de evitar el contacto?, quizás se haya quedado fuera de esta relación. Anímate a compartirla.
Posiblemente me haya dejado alguna fuera, o algunas de las que he enumerado, no podrían considerarse como tales, o bien, has visto en ti como una d estas formas de evitar el contacto te afecta particularmente. Seria estupendo que la compartieras con nosotros, con todos los lectores del blog.
La imagen de portada esta elaborada con las imágenes de pixbay de los siguientes autores: erge, Efes Kitap … La del hombre enojado ashish choudhary , y la de la masajista, de Instagram con el permiso de Anamaya, mi masajista favorita.
La imagen del respingo me parece desacertada. Una mano anónima que toca a una mujer por detrás… No animaría a ningún hombre a iniciar este tipo de contacto sorpresivo con una mujer. Y en el manga ya sabemos que se normaliza el acoso y abuso de la mujer. Otro motivo por el cual no elegiría esta imagen.
Lo tengo en cuenta, para editar la entrada y posiblemente cambiarla, pero ten en cuenta lo siguiente, muestra desagrado, era la imagen mas representativa de respingo que encontre, tambien muestra que para nada es agradable para una mujer, a cualquiera, que lo traten asi, es mas es una imagen para una de esas 9 formas en que evitamos contacto, que no tiene porqué tomarse en sentido negativo, a veces, como es el caso, es una acción acorde, necesaria con la agresión de la otra persona. este es el contexto en el que encuentra esta imagen. esa mano furtiva, solo tendría que darse en un ambiente de confianza mutua, quizás como parte de iniciar un juego.
Ya dependiendo del feedback, de la realimentación que tenga esta entrada, veré la conveniencia o no de finalmente cambiar esta imagen, espero que mi explicación haya sido suficiente para argumentar la presencia de dicho gif en la entrada.