En septiembre del pasado año, publiqué una recomendación de lectura sobre un libro, “Transhumanismo” de Antonio Diéguez, desde que supe de Antonio, le empecé a seguir en Twitter, esta semana nos ha regalado otro trabajo donde expone sus reparos al uso de la noción de dignidad humana en ciertos contextos, el título del trabajo, tan solo decir que me he copiado su título para esta entrada.

De paso, como complemento, otro artículo sobre la dignidad humana, esta vez, de Javier Sabáda para darle más cuerpo a lo que se define como “dignidad Humana”, que compartieron en el mismo hilo y se complementan perfectamente.

[…]  Todos los seres humanos, con independencia de quiénes sean, de cuál sea su estatus social y de cuáles hayan sido sus acciones, deben ser tratados de manera que se reconozca y respete esa dignidad inherente, y ninguno debe ser sometido a un trato que la menoscabe […]

del texto de Antonio Diéguez

Es curioso, confieso que si bien personalmente, hasta ahora también he utilizado la palabra “dignidad” en muchas ocasiones, ha sido ahora, con el trabajo de Antonio, cuando realmente he caído en que no tenía claro su significado, en que no tenía una definición clara de lo que significaba la palabra dignidad, veo que ha sido como una especie de muletilla para dar peso a mis afirmaciones, de forma que fueran tragadas, aceptadas sin demasiada resistencia.

[…] si la dignidad es el nombre que le damos al valor intrínseco que poseen en exclusiva los miembros de nuestra especie por el mero hecho de serlo, habría que justificar con razones mejores que las que se han dado hasta el momento el porqué de esa exclusividad. ¿Por qué se posee un especial valor intrínseco y absoluto por el mero hecho de pertenecer a la especie biológica Homo sapiens? […]

del texto de Antonio Diéguez

Hasta qué punto, Dignidad, ¿es un introyecto que nos hemos tragado y hemos mostrado como escudo en la defensa de nuestros puntos de vista, que muchas veces carecen de base sólida? Quizás porque Dignidad es más bien un concepto que una palabra que defina totalmente algo, por ejemplo, “Agua” que no es otra cosa que la unión de dos moléculas de hidrógeno con una de oxígeno, que a temperatura y presión ambiente se muestra en estado líquido y que es vital para la vida en la forma que la conocemos.

No me alargo más, aquí unas cuantas frases más, extraídas de ambos artículos, para engancharos.

[…] El humano fruto de la evolución es, antes de nada, sujeto de necesidades que irá rellenando más o menos. Cuando esas necesidades, de las básicas a las que consideramos más altas, son cubiertas, el humano en cuestión va ampliando su libertad, va aumentando en dignidad. […]

del texto de Javier Sabáda

[…] Cualquier modificación significativa de las características que conforman dicha naturaleza humana (y que ambos autores dejan en la indefinición) iría en detrimento de la dignidad, puesto que ésta se constituye y funda precisamente sobre esa naturaleza, considerada por ello como intocable. Su modificación podría socavar las bases mismas de la moralidad ya que ella es la condición indispensable del comportamiento moral, ausente en otros animales […]

del texto de Antonio Diéguez

La dignidad gradual es el resultado de un proceso: «Cuando las necesidades, de las básicas a las que consideramos más altas, son cubiertas, el humano en cuestión va ampliando su libertad, va aumentando en dignidad»

del texto de Javier Sabáda

Los artículos referidos en esta entrada: La apelación a la dignidad en el debate sobre el mejoramiento humano de Antonio Diéguez y ¿Qué es la dignidad? de Javier Sabáda

La imagen de portada esta montada con dos imagenes de Eveline de Bruin en Pixabay