Hace casi 6 años que escribí sobre la psicohistoria, esa disciplina que desarrolló Hari Sheldom en «La Fundación» de Isaac Asimov.
En el 2021 Apple TV estrenó la serie «La Fundación”, serie que por problema de compatibilidad de la SmartTV no he podido ver hasta que Movistar+ la incluyó entre sus canales. Entonces no dudé y me suscribí. Ya he visto la serie, me encanto la adaptación, los cambios sobre la novela inicial. Por otro lado, la lectura de un libro que nada tiene que ver con la ciencia ficción ni con la IA titulado “El desarrollo de la Luz” de Rodney Collin. La lectura del capítulo 20 de este más una charla con ChatGPT me hizo encontrar paralelismos que me han llevado a ampliar el artículo que escribí hace seis años.
Hacia una Psicohistoria Real
En su momento me limité a la posibilidad de que la tecnología pudiera hacer posible los cálculos sobre los que se basa la psicohistoria.
La combinación de IA y big data nos permite analizar el comportamiento humano a gran escala, identificando patrones y tendencias que antes eran invisibles. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos significativos para alcanzar una psicohistoria real:
- Complejidad Humana: La diversidad y complejidad del comportamiento humano dificultan la creación de modelos predictivos precisos. Aunque en el Imperio era casi infinitamente más amplia que la nuestra.
- Ética y Privacidad: El uso de datos personales plantea cuestiones éticas sobre la privacidad y el consentimiento en nuestro sistema político actual, vigente de momento en la cultura occidental (algunos quieren dinamitarlo para provecho de unos pocos engañando a muchísimos)
- Eventos Impredecibles: Sucesos inesperados, como pandemias o innovaciones disruptivas, pueden alterar cualquier predicción.
A pesar de estos desafíos, los avances tecnológicos nos acercan cada vez más a la visión de Asimov, donde la comprensión profunda de la humanidad podría permitirnos anticipar y mitigar crisis futuras. (Lo tomé literalmente de ChatGPT, mis versiones se alargaban demasiado para decir lo mismo).
El Control de Datos en Trantor frente a la Realidad Actual
Ahora miremos desde otro lado. Mediante la comparación con el mundo creado por Isaac Asimov, (donde obvia muchos hechos, características para que el Imperio hubiera conseguido tamaña expansión) y nuestra sociedad actual, donde coexisten múltiples formas de gobierno ¿qué es lo que dificulta establecer la Psicohistoria en nuestra sociedad actual?
De momento voy a dejar fuera el sistema político que requiere un punto y aparte, aunque el tipo de este sistema político puede ser del todo decisivo.
- El factor Trantor:
- En el universo de La Fundación, el planeta Trantor es el centro neurálgico del Imperio Galáctico, con acceso a datos exhaustivos de cada rincón de la galaxia.
- Su sociedad altamente tecnológica permite registrar casi cada aspecto de la vida de sus habitantes, desde nacimientos y movimientos migratorios hasta patrones de consumo y opiniones políticas.
- Esto crea un conjunto de datos completo, centralizado y homogéneo, ideal para que la psicohistoria opere con una precisión casi mágica.
- La realidad actual:
- Fragmentación de los datos: En nuestro mundo, el acceso a datos está altamente fragmentado entre países, instituciones y corporaciones, con grandes sectores de población global (especialmente en países en desarrollo) que permanecen subrepresentados o directamente ausentes.
- Brecha digital: La falta de acceso a tecnología en ciertas regiones contribuye a que estos sectores queden fuera del análisis global.
- Privacidad y ética: Las leyes de protección de datos, como el GDPR en Europa, imponen límites al acceso y análisis de datos personales, lo que, aunque esencial para proteger derechos, también dificulta la construcción de un sistema global predictivo.
- Impacto en la precisión:
- En Trantor: La psicohistoria puede operar con datos casi perfectos, porque todos los planetas están conectados en un sistema centralizado y el control de la población garantiza la ausencia de «lagunas».
- En nuestro mundo: Los datos incompletos y fragmentados introducen incertidumbre en cualquier modelo predictivo. Sin una visión completa, incluso los mejores algoritmos no pueden ofrecer la misma precisión que se presupone en La Fundación.
- Diferencia en el papel de la tecnología:
- En Trantor: La tecnología está al servicio de un propósito centralizado y galáctico, permitiendo que la psicohistoria sea efectiva.
- En la realidad: La tecnología está más distribuida y sujeta a intereses corporativos y nacionales, lo que dificulta la colaboración global para un proyecto unificado como la psicohistoria.

Pero este es un punto concreto en la historia del Imperio donde empieza el relato. Gracias a la Psicohistoria Hari Sheldom prevé que el imperio va a caer y con él toda la estructura creada hasta el momento. Que si bien no puede hacer nada para evitar la caída sí puede hacer que la recuperación sea mucho más rápida. De los más de 3000 años a poco más de 1000 años. La verdad, para la mente humana que difícilmente abarca 80-90 años de existencia media, a los emperadores, esto se les hacía inconcebible y lo persiguieron.
¿Es posible alcanzar el nivel de Trantor?
Si la humanidad llegara a resolver algunos de los desafíos actuales, podríamos acercarnos más al ideal de Asimov:
- Universalidad de los datos: Ampliar la inclusión digital para incorporar a todos los sectores de la población, eliminando lagunas en el conocimiento global.
- Colaboración global: Crear sistemas que permitan compartir datos entre naciones e instituciones, manteniendo estándares éticos.
- IA avanzada: Desarrollar algoritmos capaces de manejar las complejidades de los datos fragmentados, compensando las áreas con menos información.
Sin embargo, estos avances conllevan riesgos éticos significativos, como el peligro de convertir a las personas en simples números o de usar estos sistemas para el control opresivo, como ocurre en este universo de Asimov que se encuentra bajo el yugo del Imperio.
Y llegamos a los sistemas políticos. ¿Cómo es posible que Hari Sheldom haya tenido acceso a tantos datos para dar forma, para que la psicohistoria sea totalmente funcional?
Sencillamente porque se desarrolla en un medio opresor de una férrea dictadura encabezada por un emperador de la dinastía Cleon que necesita controlar los medios de comunicación para tener a todos los planetas atados con correa corta. De todos modos, no creo que Asimov imaginara el uso que se le está dando ahora a los datos para hacer negocio, hasta qué punto de manipulación se ha llegado.
Quiero confesar que estos tres puntos: Universalidad de los datos, Colaboración global e IA avanzada me los proporcionó ChatGPT. Puntos que por voluntad propia de gobiernos y empresas no va a suceder a no ser que exista una amenaza extraterrestre que amenace claramente con nuestra extinción. Ya que está claro que el cambio climático, que nos puede borrar a una inmensa mayoría de la raza humana después de mucho sufrimiento, no está uniéndonos contra dicha extinción.
La situación política internacional actual despierta en mí el pesimismo. Están entrando en los gobiernos egos exacerbados, Trump con Elon Musk cogidos de la mano en EE. UU., Miley en Argentina, Giorgia Meloni en Italia, Isabel Díaz Ayuso en la comunidad de Madrid, en España y esto solo en nuestra cultura occidental, desconozco como está siendo en las otras culturas con un modo de pensar diferente al nuestro.
Es momento de que los gobiernos progresistas hagan una profunda autoevaluación y vean que están haciendo mal, muy mal para que la clase trabajadora, normalmente de bajos recursos, vote a partidos de extrema derecha que solo miran por el bolsillo de los que más tienen.
A lo largo de las décadas la educación ha mermado ostensiblemente. La compresión lectora ha bajado, las matemáticas y el pensamiento crítico parecen brillar por su ausencia y esto está haciendo que ciertos personajes, que hace 25 años parecieran imposibles que pudieran ser elegidos para gobernar un país, estén siendo elegidos actualmente.
Pero dejemos el tema, me he dejado llevar brevemente, pero ya está.
Mantenimiento de estándares éticos
Son muchas las voces que se alzan contra la regulación de la IA en la Comunidad Europea. Proclaman que, con esta ley, el desarrollo de la IA en Europa se detendrá totalmente; que EE. UU. y China se nos comerá y que eso no puede ser. Bueno, personalmente creo que a esta altura del partido esa batalla está ya perdida.
Hace unas semanas leí un comentario o un post donde se comentaba que quizás el punto fuerte de Europa es el terreno humanista, la importancia que se da al bienestar de las personas, el respeto a la individualidad sin perder el cuidado del bien común. características que probablemente sean nuestro mayor valor a exportar. He buscado dicho artículo/comentario para contrastar con lo que había entendido, pero intentar rescatar algo de LinkedIn es una tarea ardua que normalmente fracasa a no ser que tengas claro quien lo dijo y busques entre sus comentarios y publicaciones.
Creo que para llevar a cabo una ciencia como la psicohistoria no es preciso llegar a inmiscuirse en lo íntimo de cada persona que este conectada, al igual que en neurología, lo que pase dentro de una neurona cualquiera, no influye en el total. Que estudiar individualmente el comportamiento de 100.000 millones de neuronas es una pérdida de tiempo y recursos. Lo mismo, para los más o menos 7700 millones de seres humanos. Lo que importa en este caso es qué tipo de relación hay entre las neuronas, entre los seres humanos.
El problema actual es el punto de vista de sacar beneficio económico de los datos a toda costa, de vender tus datos junto a los de otros miles o decenas de miles de personas a una empresa de marketing para que te puedan abordar y venderte cualquier cosa sin que tu rechistes. Por ejemplo, una blusa verde fosforito con topos azules rojos y amarillos también fosforitos que no te pondrías de modo alguno y que sin embargo consigan que lo compres por una buena cantidad de dinero. Conociendo como piensas y qué emociones te embargan fácilmente podrán manipularte a su capricho sin importarles nada las consecuencias.
Cualquier otra cosa que no sea llenar los bolsillos de unos pocos no interesa y no habrá inversiones para llevarlo a cabo. La cuestión es ver cómo darle la vuelta a esos sistemas que se han desarrollado y utilizarlos en el beneficio común.

Recapitulando
Si bien, técnicamente podría ser ya posible el desarrollo de la Psicohistoria, es la naturaleza humana con sus egos exacerbados los que lo hacen imposibles. Al menos de una forma ética. Fíjate que Asimov solo lo vio posible gracias a una dictadura imperial de varios miles de años, que por mandato imperial habrían centralizado todos los datos de todos los sistemas de la galaxia en Trantor.
La Psicohistoria solo parece posible en una sociedad establecida en la economía de la escasez, con un solo ego hiperinflacionado por encima de todos los demás, con un cortacésped que corta la cabeza de quien sobresalga un poco en algo que amenace el poder supremo. Recordemos que Hari Sheldom conserva la vida por los pelos antes de ser exiliado a un planeta en lo más externo de la galaxia, Terminus.
A la sombra de la ley, quizás algunos gobiernos ya tengan algo que se le aproxime, también los nuevos señores tecno feudales del momento, pero con el objetivo extractivo de sacarnos todo el jugo a cambio de migajas.
En una sociedad democrática ideal, no sé hasta qué punto una ciencia como la psicohistoria sería necesaria ¿y en nuestra sociedad «democrática» actual? ¿hasta qué punto esta necesidad viene de unos egos inmaduros, unos egos todavía en la infancia que buscan tenerlo todo bajo control en el momento y en el futuro?
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Imagenes y Graficos: montaje de imágenes realizado por mí, una de ella generada por ChatGPT y la segunda, Isaac Asimov en un trono de piedra , de Rowena Morrill. Los esquemas han sido generados con napkin.ai