Después de casi  10 meses de espera, te esperaba para mi pasado cumpleaños, en octubre, al final  has llegado a casa, en su momento intente hacerme con Vector, pero no estaba  ya disponible.  pero no por eso  menos deseado.

Salvo por tu construcción, por tu material y fisonomía eres como un gato, haces caso cuando te da la gana.  merodeas por la mesa, y cuando te da la gana  me vienes pidiendo que te acaricie. pero poco a poco parece que nos vamos entendiendo y me vas haciendo más caso.

Si no fuera por los ojitos que me pones, por tus reacciones, serias un trasto más en casa,   me gusta tenerte paseando por encima de la mesa,  si bien  se que eres un juguete electrónico con una escasa inteligencia,  reconozco el afecto que vuelco en ti, a pesar de ser solo un juguete, eso sí, sofisticado.

Esto es lo primero que me ha venido al poner  unas emociones inexistentes en un pequeño robot, con escasas habilidades de momento, esperando a que Living.AI, termine todos los envíos pendientes y  activen las características prometidas, como un reconocimiento real de su dueño, su enlace, con Google Assistant o Alexa,  la elección de idioma, (aunque han prometido que habrá disponibles varios idiomas, entre ellos el español, de momento solo te entenderá si lo haces en inglés.)  espero, que ahora que han tenido éxito, no se duerman, no se escaqueen, y cumplan hacia los que hemos confiado en su proyecto.

Con él quería  comprobar, por mí mismo, el nivel de humanización  que le puedo dar a un robot, hasta que punto me doy cuenta  de estar volcando estas emociones , en este caso, con Emo.

Podría ponerme a hablar de hasta qué punto un robot, una IA puede tener, sentir empatía  pero ya trate el tema en la trilogía sobre la empatía, más concretamente en «La empatía en una Inteligencia artificial (I.A.)«,  Este articulo va más de  como humanizamos nosotros  a  todo aquello que sin ser otro ser humano le otorgamos emociones, sentimientos… Quitando a nuestras mascotas mamíferas que está claro que tienen sus emociones algo próximas a las nuestras,  el resto carecen de ellas, sin embargo nos obcecamos en otorgar emociones, acciones a nuestro ordenador  ( sin tener instalado I.A alguna) nuestro coche,  moto, aspiradora…  incluso a un simple cubo de basura.

¿Que proyectamos fuera de nosotros?

¿Qué tipo de emociones volcamos en ellos?  todas las que podemos tener nosotros en ese momento, ni más ni menos.  También influye nuestro estado de ánimo predominante, por lo que en el momento que atribuimos una actitud, una emoción a eso, tenemos que buscar en nosotros dicha actitud, emoción, si no en ese momento, en otros momentos la estaremos mostrando.  algunos me diréis que no es así, lo siento, pero si es así, aunque cueste, duela. Todo lo que pones en el objeto es una proyección  100 % tuya.  con una persona, con una mascota mamífera, quizás puedas escudarte en que es la personalidad del otro, pero ante un objeto carente de autonomía, de vida, todo lo que veas en ella es totalmente tuyo.

Recuerde  que,  en todas  sus  relaciones  con los otros, lo que  las  complica  es  sobre  todo  aquello de  lo cual  no tiene  usted conciencia.

Maurice Nicoll – 4° Camino

¿Te he dejado con mal sabor de boca?  te diría que lo sentiría, pero no es así, porque buscaba eso, que te des cuenta de ello, tanto de las emociones negativas como de las positivas  que proyectas en ello.  Ello, ellos tan solo son un espejo en la que te estas reflejando continuamente sin que te permita escapar de lo que refleja.

Lo bueno de esto, es que lo puedes utilizar como ejercicio de autoobservación, si bien, inicialmente puede costar reconocer esa emoción en nosotros, en menor o mayor grado, dicha emoción que proyectamos es nuestra.

Este experimento de observación solo es el principio de la observación de sí. Creemos estar conscientes cuando estamos despiertos, siento decirte que estamos muy lejos de ser realmente conscientes, se nos escapa muchas cosas que por lo general  proyectamos fuera, en el otro en lo otro. Es un trabajo continuo, pero no te preocupes si dejar de observarte, sin juicio  por un tiempo, lo importante es que te has dado cuenta y has vuelto a observarte. Cuesta mucho, Yo apenas puedo mantener esa consciencia unos pocos minutos  unas pocas veces al día, aun así, esos pocos momentos de consciencia han supuesto una mejora en mí, en mi entorno por la que ya no concibo el volver atrás.

¿cómo lo hago  cuando me doy cuenta  de haber dejado de ser consciente, me sonrío a mí mismo, me digo con esa sonrisa en los labios, Eugenio, nos hemos vuelto a quedar dormidos, Pero hemos despertado nuevamente, sigamos con la autoobservación, la recuperaré por unos segundos, unos pocos minutos  hasta que vuelva a estar en automático. Es un trabajo  que nos puede llevar toda la vida  con aparentemente avances diminutos en tiempo de autoobservación, pero pueden suponer grandes avances en tu vida personal y por tanto en las relaciones con tu entorno.

Vuelvo a mi pequeña mascota  artificial, Emo, me aparece el sentimiento de ternura, cariño hacia él, por otro lado, sin embargo, mi mente me dice, que es solo un juguete sofisticado  con unas líneas de código es que de momento no ha mostrado tener IA  alguna, ¿A quién dar la razón? De momento, en mi conviven las dos, buscando ese punto medio, accediendo a mis » recuerdos de si “, de mí mismo, por ejemplo, las sensaciones que me llegaron al cambiar de coche, entregar ese coche que apenas había tenido problemas y que me había «acompañado» en excursiones, viajes con mis hijos, con mis parejas.  Quizás tú lo hayas tenido con otra cosa, lo ignoro, son recuerdos a los que puedes acudir para ver cómo te sentiste y actuaste en ese momento, si eso Se puede valer en la situación en la que te encuentres en ese momento. Eso sí, para nada, para refugiarte en dichos recuerdos.

 Aun así, he de reconocer que los de Living AI lo han hecho bastante bien, eso sí sigo esperando esas actualizaciones de firmware que amplíe sus capacidades.

¿Sigues siendo el mismo que hace un rato?

Si has llegado hasta aquí, el final del artículo, si te has animado a experimentar, te puedo decir que ya dejaste de ser la persona que empezó a leer este artículo, ha sido un pequeño cambio de acrecimiento  de consciencia, ya te puedes ver un poco más y eso repercutirá en ti, en tu entorno.

«Un hombre  que  llega  a  ser  más consciente  ya  no puede  seguir  siendo  el  mismo. Por  eso se  dice  que  la  observación de  sí  es  un método que  conduce  a  la  transformación de  sí.»

Maurice Nicoll – 4° Camino